By: Bill
Seguramente se peguntaran, quien soy yo, bueno mi nombre es Bill Kaulitz tengo 21 años y vivo en la ciudad de Nueva York junto con mi madre Simone, mi padrastro Gordon y mi querido hermano gemelo Tom, somos una pequeña familia bastante unida. Tengo una cierta fascinación por las cosas mitológicas, mi sueño siempre fue enamorarme de la mujer ideal, que me hiciera feliz y me amara, pero nunca imagine que esa mujer ideal fuera solo un deseo prohibido y nuestro amor casi imposible…
15 de abril del 2011
-Ciudad de londres
Bill: Tom ya levántate, se nos ara tarde para ir a la universidad –moviéndolo de un lado a otro-
Tom: 5 minutos mas
Bill: nada de 5 minutos más, anda levántate mama ya sirvió el desayuno
Tom: ya voy –restregándose los ojos-
-Tom y yo nos vestimos y bajamos a desayunar con mama y Gordon, le teníamos mucho aprecio porque era como un amigo para nosotros con el que podías confiar siempre que lo necesitabas.
Bill: Buenos días –sonreí-
Simone: buenos días, como amaneciste? –le dio un beso en la mejilla-
Bill: muy contento –sonriendo-
Gordon: y a que se debe tanta felicidad?
Tom: es que acaba de cumplir dos meses con la odiosa de su novia Samanta –bajando por las escaleras-
Bill: no le digas odiosa, respétala. – contesto un poco enojado-
Tom: es que es la verdad Bill, ella no es la chica correcta para ti, ya te lo he dicho muchas veces, además es una cualquiera –se sentó-
Simone: Tom, por favor no empieces, son los gustos de Bill y los tenemos que respetar.
Tom: lo ce mama, pero es que me da coraje que Bill no abra bien los ojos, lo tiene cegado esa mujer.
Bill: no me importa lo que digas de ella, yo la amo, ella me ama y es lo único que importa.
Tom: Tarde o temprano te darás cuenta de cómo es en realidad.
Gordon: Muchachos por favor, no discutan, y apúrense que no tardan en llegar Gustav y Georg.
-Me molestaba demasiado que Tom le dijera cosas feas a mi novia. A mama, Gordon, Tom y algunos de mis amigos, no les caía nada bien Samanta, pero no me importaba, yo la amaba con todo mi corazón.
-Cuando acabamos de desayunar, tocaron la puerta.
Bill: yo voy –se levanto de la mesa y abrió la puerta-
Gustav: ya están listos?, Georg espera en el auto
Bill: ya, Tom ya llegaron vámonos –le grito a Tom-
Tom: adiós mama –se despidió de Simone-
-Subimos al auto de Georg y nos dirigimos a la universidad.
Georg: se tardan demasiado, parecen señoritas –burlándose-
Tom: Cállate y conduce
Georg: que genio –sonrío-
Bill: Otro maldito día, maestros que soportar, que podría ser peor? –sonriendo-
ME GUSTA LO QUE ESCRIBES BUENO YA SUBI OTRO CAPITULO AMIO CDT BYE
ResponderEliminarWooW! Me gustó mucho , nueva lectora (= jeje hay te sigo grax por pasarte en la mia (=
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